La presidente de la Nación, Cristina Fernández, y el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, encabezaron el acto de reconocimiento de responsabilidad internacional por parte del Estado argentino y de homenaje al periodista Eduardo Kimel que se realizó esta mañana.
También asistieron al evento el ministro de Justicia, Julio Alak; el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Duhalde; el canciller Héctor Timerman y familiares del periodista que falleció en febrero pasado.
El presidente del CELS, Horacio Verbitsky, en su introducción al acto, afirmó que este homenaje a Eduardo Kimel “intenta ser una reflexión del rol del periodismo en la relación con la sociedad y el poder político”.
Por otro lado, la presidente Cristina Fernández aseguró que “jamás hubo en toda la historia una libertad de prensa similar a la que hoy gozamos, en la que cualquiera puede decir o escribir lo que se le da la gana”, pero agregó que “la parte que todavía falta es la aplicación de la ley que democratice la información y la palabra en la Argentina”, en referencia a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Este domingo se cumplió un nuevo aniversario de la Masacre de San Patricio. Kimel había sido condenado en nuestro país por investigar de manera rigurosa y profesional ese crimen horrendo de cinco religiosos católicos, cometido por un grupo de tareas durante la última dictadura militar en la iglesia de San Patricio, en el barrio de Belgrano.
A raíz de la presentación del caso ante el Sistema Interamericano, en mayo de 2008 la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado argentino por las violaciones a los derechos humanos del periodista. Entre las medidas de reparación ordenó modificar el Código Penal por la incompatibilidad de los delitos de calumnias e injurias con la Convención Americana. Ese objetivo se logró con la ley 26.551, votada por el Congreso de la Nación en septiembre pasado, que despenalizó esos delitos para casos de interés público.
Sobre esa medida, la presidente afirmó que “en una sociedad democrática, no se puede sufrir cárcel por hablar u opinar, cualquiera sea la opinión, aunque sea una mentira” y aclaró que “en todo caso, se podrá exigir una reparación económica”. Por su parte, Horacio Verbitsky agregó que la despenalización de las figuras de calumnias e injurias “fue una medida que apuntó a favorecer a todos los argentinos, no sólo a los periodistas” y agregó que “sería bueno que todos los funcionarios tomen nota del fallo” de la Corte Interamericana.
El fallo del máximo tribunal regional también establecía que el Estado debía hacer un reconocimiento público de responsabilidad como desagravio a Kimel. Con motivo del fallecimiento de Eduardo, este acto tuvo además el valor de un homenaje póstumo para nuestro querido compañero.
Entre los asistentes se encontraban Jorge Fontevechia, Magdalena Ruiz Guiñazú, Isidoro Gilbert, José Ignacio López y Rogelio García Lupo.