La detención para tomar declaración al titular de la Unión Ferroviaria José Pedraza y el pedido de indagatoria a cinco funcionarios de alto rango de la Policía Federal son pasos fundamentales para esclarecer el asesinato de Mariano Ferreyra. Desde el primer día, los familiares de Ferreyra, junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que los representa en la causa, reclamaron que se investigaran las responsabilidades de los máximos líderes de la Unión Ferroviaria y de los efectivos policiales que participaron del operativo. Las medidas adoptadas hoy siguen ese camino y resultan centrales para conocer la verdad sobre los hechos que tuvieron lugar el 20 de octubre de 2010 y para que todos los culpables reciban las sanciones correspondientes.
A lo largo de los cuatro meses que pasaron desde el crimen de Ferreyra, la jueza y los fiscales realizaron allanamientos, tomaron testimonios, recolectaron pruebas y garantizaron un proceso judicial serio y transparente. Su primer resultado fue el procesamiento de los siete presuntos autores materiales, luego confirmado por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional. La detención de Pedraza para tomarle declaración indagatoria procura ampliar los alcances de la investigación a quienes podrían haber sido los instigadores del crimen.
Al arresto del líder de la Unión Ferroviaria se sumó el pedido del fiscal Fernando Fiszer para que sean citados a indagatoria cinco funcionarios de la Policía Federal que coordinaron el operativo. Todos ellos están acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público. De acuerdo con el pedido del fiscal, estos funcionarios favorecieron la agresión de la patota de la Unión Ferroviaria contra los empleados tercerizados del ferrocarril Roca. La Policía Federal estuvo presente en el lugar desde el inicio de la protesta pero no fue capaz de proteger a los manifestantes ni logró identificar a los responsables de la agresión.
El asesinato de Ferreyra y las graves lesiones causadas a Elsa Rodríguez mostraron la cara más violenta de las luchas para democratizar la representación sindical y brindar mayor protección a los trabajadores. También quedó al descubierto el involucramiento de la Policía Federal. La indagación profunda de la Justicia sobre ambas cuestiones es imprescindible para impedir que se repitan hechos de esta naturaleza.