El Director Ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Gastón Chillier, se reunió ayer con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, a fin de presentar la labor regional e internacional de la institución e intercambiar visiones acerca de la situación actual del movimiento global de derechos humanos.
Un eje del diálogo fue la consolidación del proceso de verdad y justicia en América Latina. Pillay y Chillier coincidieron en que, a pesar de los desafíos aún pendientes, la experiencia de justicia transicional latinoamericana resulta sumamente valiosa para otras regiones. El director del CELS y la Alta Comisionada conversaron sobre la necesidad de un cambio de paradigma en el abordaje global de las políticas migratorias, para lo cual los cambios incipientes en las políticas de algunos Estados de América Latina podrían ser un modelo. En tal sentido, debe avanzarse hacia leyes como la de Uruguay o Argentina que reconocen el derecho humano a migrar. Este enfoque se contrapone a las políticas implementadas en la mayoría de los países donde se busca limitar el ingreso y permanencia de los migrantes en situación irregular mediante su creciente criminalización. Finalmente, estuvieron de acuerdo en la necesidad de fortalecer el trabajo de organizaciones nacionales del sur para promover que sus perspectivas tengan mayor presencia en la agenda política internacional de derechos humanos.
El encuentro tuvo lugar en el marco de la participación del director ejecutivo en el 23vo periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. En este contexto se reunió con el Relator especial sobre derechos humanos de los migrantes, François Crépeau, el Relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarias, Christof Heyns, y delegaciones estatales que se encuentran discutiendo resoluciones sobre temas de interés de la agenda de trabajo internacional del CELS.