El director ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Gastón Chillier, en representación de la Red Sudamericana Espacio Sin Fronteras (ESF) participó el lunes en la ciudad de Nueva York de las Audiencias Interactivas preparatorias del Diálogo de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el Desarrollo que se celebrará el 3 y 4 de octubre de 2013. Su exposición se sustentó en los resultados y recomendaciones de la consulta regional a la sociedad civil de Sudamérica realizada en San Pablo a fines del mes de junio.
Chillier expuso, en línea con las conclusiones de la consulta, que en la actualidad las políticas migratorias de la mayor parte de los países del mundo constituyen una fuente sistemática de violaciones a los derechos humanos. Esto se debe, fundamentalmente, a que el paradigma que gobierna estas políticas se basa en el control de los flujos migratorios desde ciertos supuestos de seguridad y beneficio económico.
Sin embargo, subrayó que es posible avanzar hacia un paradigma distinto, basado en el respeto, protección y garantía de los derechos de las personas migrantes. Las políticas y legislaciones migratorias bajo este paradigma deben guiarse por el reconocimiento del derecho a migrar; el principio de no discriminación y la no criminalización de la población migrante.
Existen hoy políticas nacionales y locales que demuestran que esta es una meta alcanzable. Algunas legislaciones en América Latina han incorporado la perspectiva de derechos como núcleo de sus políticas migratorias. Las experiencias de Argentina y de Uruguay por ejemplo reflejan este cambio de paradigma. Otros cambios legislativos en la región sugieren un desarrollo en el mismo sentido, como es el caso de Bolivia y Venezuela. A la vez, en la actualidad se debaten reformas migratorias en Brasil y Chile y dada su importancia estratégica en la región, resulta fundamental que se sumen a esta tendencia.
El director del CELS, en representación de organizaciones sociales de la región, enfatizó que el diálogo de alto nivel debe ser un punto de inflexión que contribuya a poner fin a los sufrimientos diarios de millones de personas migrantes en todo el mundo. “Para empezar a transitar ese camino, resulta imperativo definir concretamente los pasos para abandonar el fracasado paradigma actual para arribar a otro centrado en el respeto de la dignidad humana”, culminó.