Ayer, la Gendarmería Nacional reprimió a trabajadores de la empresa Lear que ocupaban algunos carriles de la Panamericana en protesta por los cuarenta obreros despedidos que no fueron reincorporados.
Durante el operativo los efectivos dispararon con balas de goma hacia el cuerpo de los manifestantes. Este accionar, prohibido por las normativas del Ministerio de Seguridad de la Nación, ocasionó alrededor de cincuenta heridos, algunos de ellos permanecen internados con heridas graves.
El conflicto entre los trabajadores despedidos, la empresa Lear y el sindicato SMATA comenzó hace cinco meses. En julio pasado, la Policía Bonaerense, la Policía Federal y la Gendarmería reprimieron protestas que cortaban distintas vías de circulación. Estos operativos incluyeron graves irregularidades que culminaron con el desplazamiento de Roberto Galeano del Ministerio de Seguridad de la Nación.
En las semanas siguientes, se habilitaron canales de negociación política para dar solución al conflicto laboral, con la intervención del Ministerio de Trabajo y otras instancias del Poder Ejecutivo.
La intervención estatal de ayer, en lugar de agotar las instancias administrativas y judiciales pendientes y fortalecer las gestiones políticas del conflicto laboral, insistió con respuestas violentas y con un uso abusivo de la fuerza que resultó incluso más lesivo para la integridad de los participantes de la protesta que los operativos anteriores.