Hoy, 27 de marzo, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU dio un paso fundamental para asegurar que la perspectiva de derechos humanos esté presente en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS) que se realizará en abril de 2016. El Consejo aprobó por consenso una resolución -copatrocinada por 47 países de Europa, América Latina, Asia, África y Oceanía-, que convoca a un panel de expertos para discutir las políticas de drogas y su impacto en los derechos de las personas. También solicita al Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas la producción de un reporte técnico sobre el tema.
En los debates que dieron lugar a la resolución, el CELS -junto con aliados latinoamericanos e internacionales- sostuvo que el Consejo, como máximo organismo de derechos humanos de la ONU, debía participar activamente de la UNGASS 2016 y destacó la necesidad de un cambio de paradigma para que las políticas de drogas tengan a la protección de los derechos humanos y a la reducción de la violencia como objetivos centrales.
La llamada “guerra contra las drogas” ha fracasado en sus objetivos y generado muchísima violencia. También tiene un grave impacto en el funcionamiento de los sistemas de seguridad, de justicia y en las cárceles. Las respuestas estatales generan escenarios de militarización creciente en los que se intenta justificar el involucramiento de las Fuerzas Armadas, la ocupación de territorios y el desplazamiento de poblaciones.
El CELS trabaja sobre estos temas en las distintas sedes de Naciones Unidas involucradas: Ginebra, Nueva York y Viena.
La semana pasada concluyeron en Viena las sesiones anuales de la Comisión de Estupefacientes (CND), el organismo de Naciones Unidas encargado de definir las políticas internacionales en relación a las sustancias ilícitas, ámbito en el que se está planificando la UNGASS.
Si bien la CND ha sido resistente a la inclusión de otros actores, la resolución adoptada en esta última sesión habilitó que las organizaciones de la sociedad civil y de la academia participen en la preparación y realización de la UNGASS. Esta decisión genera mejores condiciones para un debate amplio que permita reevaluar los objetivos de las políticas de drogas, analizar medidas alternativas y buscar la forma de terminar con la criminalización del consumo.
El CELS siguió de cerca las negociaciones en la CND y coorganizó un evento paralelo sobre “Derechos humanos y los impactos de las políticas de drogas en América”, junto con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), Conectas Direitos Humanos de Brasil, Corporación Humanas de Chile, Dejusticia de Colombia e Intercambios de Argentina.
Algunos países están cuestionando al régimen mundial de prohibición de sustancias narcóticas y sus consecuencias. América Latina tiene un rol preponderante en esta discusión y ha desarrollado algunas experiencias y políticas alternativas. El debate debe profundizarse y ampliarse para incluir las perspectivas de derechos humanos y de salud. La UNGASS 2016 representa una oportunidad importante para avanzar en este sentido.
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