El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, respondió al pedido de aclaración que hicimos Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y el Centro de Estudios Legales y Sociales sobre su posición sobre el proceso de justicia por los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado en nuestro país.
El pedido fue a partir de las declaraciones de monseñor Jorge Casaretto en una actividad realizada en la Universidad Católica Argentina. En ese ámbito Casaretto dijo que “El camino es memoria, verdad y justicia, pero parecería ser que hay una ecuación que no termina de funcionar, porque cuando más justicia aplicamos, parece que menos verdad recuperamos, y cuanta más verdad queremos recuperar, más suaves tenemos que ser en la justicia aplicada. (…) En Argentina privilegiamos la justicia, que por otra parte no es una justicia totalmente imparcial”. (…) “Tenemos que desandar esa ecuación de tanta justicia, que va en contraposición con la verdad”.
En sentido contrario, el arzobispo Arancedo citó un documento en el que puede leerse la postura de la Conferencia Episcopal Argentina: “Sólo si las leyes justas son respetadas, y quienes las violen son sancionados, podremos construir los lazos sociales dañados por el delito, la impunidad y la falta de ejemplaridad de quienes tenemos alguna autoridad”. Además, dice “la reconciliación no es ‘borrón y cuenta nueva’, y menos impunidad. Es necesario: el empeño en la búsqueda de la verdad, el reconocimiento de cuanto sea deplorable, el arrepentimiento de cuantos sean culpables y la reparación en justicia de los daños causados…” y “la justicia es el primer paso indispensable y necesario, pero la Iglesia necesita ir más lejos para alcanzar una meta más alta y más significativa”.
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