Muchas de las mujeres que terminan transportando drogas fueron cooptadas por redes criminales que usan métodos similares a los usados para el delito de trata de personas. Es el caso de Liliana, una mujer venezolana con dos hijos que accedió a transportar drogas bajo la amenaza de que su familia sería lastimada si se negaba. Está detenida en una cárcel federal argentina. Sus hijos están en Venezuela.
Esta foto historia es parte de un proyecto sobre la creciente encarcelación de las mujeres por delitos de drogas en el continente americano, que busca revertir esta tendencia con iniciativas de incidencia e investigación llevadas adelante por un grupo de trabajo de organizaciones de la sociedad civil, funcionarios gubernamentales y académicos. También fue publicada en el marco de una alianza editorial entre openDemocracy y el CELS sobre el Costo humano de las políticas internacionales de drogas, que coincidó con la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS).