El 4 de abril de 2007 la policía de Neuquén reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos una protesta de docentes nucleados en la Asociación de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Neuquén (ATEN). Carlos Fuentealba recibió el disparo de un cartucho de gas lacrimógeno en su cabeza. Murió pocas horas después.
La justicia provincial condenó por el homicidio agravado de Fuentealba al agente de policía José Darío Poblete. Una segunda causa que investigó el intento de encubrimiento y las responsabilidades políticas en el homicidio fue cerrada por la justicia de Neuquén. Sin embargo, la familia del docente apeló esta decisión y el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El CELS se presentó en dos oportunidades como amicus curie en esta segunda causa.
El máximo tribunal nacional tiene la oportunidad de revertir la impunidad sobre este caso al discutir las responsabilidades más allá de la autoría material del hecho y dar un claro mensaje sobre como el Estado debe garantizar el derecho a la protesta.