Esta semana, los países de la OEA deben elegir a tres de los seis candidatos a ocupar un cargo como miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En febrero, más de 130 organizaciones –de derechos humanos, sindicatos, de los movimientos campesinos, asociaciones que trabajan en temas de justicia, igualdad de género, medioambiente, derechos LGBTI y libertad de expresión– impugnamos al candidato del Estado argentino, Carlos Horacio de Casas.
El desarrollo como profesional de De Casas no está ligado a la defensa y promoción de los derechos humanos. Su actividad dentro del sistema interamericano fue la defensa de los directivos de una compañía uruguaya acusados por delitos financieros y su estudio jurídico defendió ante el sistema a una empresa minera que afectó con gravedad a comunidades indígenas en Guatemala.
De Casas se pronunció en contra de los estándares internacionales de libertad de expresión: se posicionó en contra de la derogación del delito de desacato, medida dispuesta en un acuerdo de solución amistosa ante la CIDH. Además, tuvo expresiones contra los derechos de las personas LGBTI y de las mujeres.
Por otra parte, en el momento de defender públicamente su candidatura falseó datos sobre su defendido, el militar Enrique Blas Gómez Saa, acusado de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar argentina. Mintió sobre los antecedentes de Gómez Saa y falseó las fechas y lugares donde el militar estuvo en funciones.
Dos ex presidentes de la CIDH, Robert Goldman y Juan Méndez, enviaron una nota al presidente argentino Mauricio Macri para expresar su preocupación por la candidatura de De Casas y objetar su postulación.
Más de sesenta académicos solicitaron a la Cancillería que retire la propuesta de De Casas como miembro de la CIDH. En la carta resaltaron que “no reúne las condiciones de idoneidad necesarias para integrar este órgano”.
Un panel internacional de Expertos Independientes analizó los antecedentes de todos los candidatos a integrar la Comisión. El único cuestionado fue De Casas. A partir de su currículum, su trayectoria profesional y sus publicaciones, el panel expresó “su preocupación acerca del cumplimiento del requisito de reconocida competencia en materia de derechos humanos por parte del candidato”.
Es por estas razones que pedimos a los países de la OEA que no elijan a Carlos Horacio de Casas para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.