En junio, 39.807 personas estaban privadas de su libertad en la provincia de Buenos Aires. Esta cifra récord significa un fuerte aumento de la tasa de encarcelamiento provincial. Como consecuencia, la provincia sigue alojando de forma permanente e ilegal en comisarías: hay 3014 personas en esta situación.
El hacinamiento en las cárceles y comisarías de la provincia llegó a niveles críticos. Las personas privadas de libertad viven en condiciones inhumanas y la atención sanitaria es nula, lo que provoca muertes evitables por enfermedades como VIH, tuberculosis o neumonías. La tortura es una práctica sistemática.
Estas situaciones ocasionan graves riesgos para la vida y la integridad de quienes se encuentran alojados en estos lugares de encierro.
Expresión de este cuadro es la muerte de siete jóvenes, que estaban detenidos por delitos menores en la Comisaría 1° de Pergamino, calcinados por el abandono de persona de los agentes policiales responsables de su custodia.
En la audiencia, los peticionarios informaremos sobre las inspecciones que realizamos a comisarías y unidades carcelarias en las que relevamos testimonios y documentación que muestran las situaciones graves que fueron denunciadas y la falta de protección judicial efectiva.
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Foto: CELS. Comisaría 1era Florencio Varela, Provincia de Buenos Aires. Junio de 2017.