Masacre de Trelew: el proceso de justicia sigue abierto

El teniente de navío retirado Roberto Guillermo Bravo fue señalado por los sobrevivientes como uno de los ejecutores. Permanece prófugo de la justicia argentina y hay un pedido de extradición a Estados Unidos. La Corte debe pronunciarse sobre la condena de Carlos Marandino.

Hace 45 años, un grupo bajo las órdenes de la Armada fusiló a diecinueve presos políticos en la base Almirante Zar de Trelew. Tres de ellos sobrevivieron. El 15 de agosto, una semana antes, veinticinco presos políticos habían logrado fugarse de la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal de Rawson. Solo seis llegaron a Chile y los diecinueve restantes fueron recapturados y alojados en la base aeronaval. Este fusilamiento dio comienzo al plan clandestino de represión, cuyo momento de mayor contundencia fue la última dictadura cívico-militar.

40 años después de esos hechos, el 15 de octubre de 2012, el Tribunal Federal de Comodoro Rivadavia condenó a los ex marinos Luis Sosa, Emilio Del Real y Carlos Marandino a prisión perpetua por sus responsabilidades penales en la Masacre de Trelew. Decidió absolver a Rubén Paccagnini y Jorge Bautista. En 2014, la Cámara Federal de Casación Penal revocó esas dos absoluciones y reenvió la causa al mismo tribunal de Comodoro Rivadavia para que dicte un nuevo pronunciamiento. Aún no se expidió. Sola y Del Real fallecieron sin que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejara firmes sus condenas. Con un dictamen de la Procuración General de la Nación, la Corte tiene pendiente pronunciarse por Marandino.

Después de la sentencia se abrió otra causa para investigar las responsabilidades penales de dos ex marinos que habían sido mencionados por los testigos y que aparecían en la prueba documental, Carlos Alberto Menéndez y Héctor Daniel Aristimuño. En 2013 se les dictó la falta de mérito, pero hasta hoy, no hubo novedades sobre su situación procesal. 

Por otra parte, los sobrevivientes de la Masacre señalaron al teniente de navío retirado Roberto Guillermo Bravo como uno de los ejecutores. Bravo vive en Miami y, a pedido de la justicia argentina, fue detenido en 2010, pero su extradición fue rechazada. En febrero de 2014 el juez Hugo Sastre reiteró la petición. El año pasado, ante la visita del ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el CELS junto con Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e H.I.J.O.S enviamos una carta al embajador de aquel país en la que solicitamos que se avance en la extradición de Bravo, para que pueda ser juzgado.