Los representantes de más de 40 delegaciones estatales asistieron hoy a una reunión informativa del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde los participantes reafirmaron su compromiso de utilizar una perspectiva de derechos humanos para debatir las políticas de drogas tras la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS por su sigla en inglés). También discutieron el papel que el sistema de derechos humanos de la ONU puede jugar para introducir los derechos en la implementación y el seguimiento de estas políticas, en el período previo a la revisión de la estrategia global sobre drogas por parte de agencias de la ONU en 2019.
La UNGASS fue vista como un hito potencial para avanzar hacia la reforma del sistema internacional de control de drogas, encarnado en la fracasada “guerra contra las drogas” que ha generado mucha violencia y violaciones de derechos, sobre todo en países del Sur. Pero hubo pocos avances en la sesión especial de abril de 2016, en parte por la defensa dogmática de las convenciones internacionales de drogas por parte de algunos países y la Comisión de Estupefacientes (CND), que lideró el proceso. Aunque otros órganos de la ONU, como el Consejo de Derechos Humanos, aportaron sus análisis técnicos y recomendaciones, fueron mayormente ignorados en el documento de resultados de la UNGASS.
En la reunión informativa del miércoles, el embajador Valentin Zellweger, representante permanente de Suiza en Ginebra, dijo que el primer análisis de las políticas de drogas basado en los derechos humanos realizado por las agencias de la ONU respondió al mandato innovador que el Consejo de Derechos Humanos aprobó en 2015. Resaltó que el proceso de implementación de la UNGASS alienta la cooperación entre las agencias de la ONU, y subrayó los desafíos que existen para integrar las políticas de drogas, la justicia penal, los derechos humanos, la salud y el principio de dignidad, para salir de un enfoque puramente represivo.
Un papel importante que puede jugar el sistema de derechos humanos de la ONU radica en la documentación de las violaciones y el aporte de conocimiento técnico para desarrollar métricas de derechos humanos e indicadores para medir los resultados de las políticas. La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) expuso sobre su trabajo en materia de indicadores y sus vínculos fuertes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destacó la importancia de elaborar directrices para los Estados miembro sobre cómo implementar políticas de drogas alineadas con los principios de derechos humanos y el desarrollo sostenible. Académicos y organizaciones que promueven estos esfuerzos, como el CELS y Penal Reform International (PRI), también expusieron en la reunión informativa.
En los comentarios finales del evento, la embajadora Ana Korka, representante permanente de Grecia, y la embajadora Beatriz Lodoño de Colombia instaron a los Estados a analizar las oportunidades que la UNGASS abrió y avanzar para lograr mejores políticas a través de la cooperación entre agencias y los hechos basados en la investigación.
La reunión fue celebrada por las Misiones Permanentes de Albania, Brasil, Colombia, Grecia, Guatemala, México, Paraguay, Portugal, Suiza y Uruguay, junto con el CELS, Corporación Humanas, PRI y la Quaker UN Office. Además de delegados estatales, asistieron representantes de la ACNUDH, Procedimientos Especiales, la PNUD e integrantes de otras organizaciones de sociedad civil.
Para más información, haga clic en nuestro informe conjunto sobre El impacto de las políticas de drogas en los derechos humanos en el continente americano, y en el informe del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que se presentó al Consejo antes de la UNGASS.