El CELS acompaña a los trabajadores y trabajadoras de los Equipos de relevamiento y análisis de los archivos de las Fuerzas Armadas en su reclamo, y expresa su preocupación por la reducción de una tarea fundamental en materia de verdad, memoria y justicia.
Los equipos fueron creados en 2010 para relevar los documentos requeridos por el Ministerio Público Fiscal, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo, para contribuir a las causas judiciales abiertas sobre delitos de lesa humanidad. Su conformación abrió una nueva perspectiva en la averiguación de la verdad histórica y judicial tras años en los que se contaba casi exclusivamente con el testimonio de víctimas y familiares. Sus integrantes producen informes temáticos, se desempeñan como testigos expertos en los juicios, participan en inspecciones a unidades y realizan publicaciones y materiales para el público en general, entre otras tareas de reconstrucción y difusión.
A través del análisis de reglamentos y directivas de las fuerzas armadas, los archivistas e investigadores explicaron aspectos que hasta ese momento eran sólo parcialmente conocidos del funcionamiento represivo entre 1976 y 1983. Reconstruyeron estructuras orgánicas administrativas y operativas, las cadenas de mando y realizaron organigramas de distintas dependencias militares. Esto implicó la ampliación del conocimiento sobre el lenguaje militar y la especificidad de su funcionamiento institucional. También permitió identificar a integrantes de los grupos de tareas de quienes se desconocían sus nombres. En definitiva, aportaron datos concretos sobre el orden clandestino que operaba en paralelo al orden oficial, tal como Emilio Mignone y Augusto Conte habían podido conceptualizar en 1981 con la tesis del “paralelismo global”.
El aporte al juicio por los crímenes cometidos en la ESMA
Los Equipos de relevamiento y análisis de los archivos de las Fuerzas Armadas realizaron una investigación sobre el funcionamiento de la ESMA durante la dictadura. Sus informes fueron presentados ante el Juzgado Federal 12 y el Tribunal Oral Federal 5, ambos de la Capital Federal. Esto permitió distinguir que hubo tres etapas en el funcionamiento del centro clandestino, con distintos responsables y prácticas represivas específicas.
Entre los hallazgos principales, la investigación reconstruyó por primera vez cómo el grupo de tareas de la Armada se abasteció de aeronaves, pilotos y tripulantes para hacer desaparecer personas en los “vuelos de la muerte”, el nombre con el que se conoce a la técnica del terrorismo de Estado de arrojar personas secuestradas adormecidas al mar.
También el estudio de los documentos contribuyó a la identificación de responsables del robo de pertenencias a las familias de las personas detenidas-desaparecidas: el hallazgo de un sumario interno aportó claves para reconstruir cómo se saqueaban los bienes de los desaparecidos, identificar a los responsables e imputarlos por esos hechos.
Las medidas tomadas por el Ministerio de Defensa reducen de forma significativa el personal abocado a tareas archivísticas, de relevamiento documental y de digitalización, y limita la continuidad del trabajo de investigación y el aporte a los procesos judiciales.