A partir de la desaparición de Mónica Mignone, el 14 de mayo de 1976, sus padres Chela y Emilio apelaron a todos los recursos que tenían para encontrarla. Las cartas comenzaron a entrar y salir del departamento de avenida Santa Fe, que pronto se convirtió en lugar de reunión de personas con familiares detenidos-desaparecidos. Escribieron a distintos representantes de la dictadura -entre ellos a Jorge Rafael Videla-, del Poder Judicial, de la Iglesia católica. Esas cartas forman parte del Fondo “Archivo Personal Emilio Fermín Mignone” que conserva el CELS.
De la correspondencia, seleccionamos los 42 intercambios que tuvieron con distintos integrantes del catolicismo. A través de los escritos, se ven las primeras formas de organización del naciente movimiento de derechos humanos, a partir de la solidaridad y del creciente vínculo entre los familiares. Sucesivamente se hace referencia al aumento de desapariciones, a las demandas que los familiares hacían a sus referentes espirituales y a la escasa respuesta que recibían de la institucionalidad eclesiástica.
Como suele ocurrir en los archivos personales, muchos de los documentos son copias o borradores que no llevan las firmas originales. Por los hábitos meticulosos de Emilio al escribir y documentar, gran parte del archivo se compone de cartas enviadas que escribió solo o junto con Chela. Algunas tienen anotaciones manuscritas muy significativas, o correcciones, las circunstancias en las que fueron entregadas, una respuesta oral o algún dato de contexto.
Ante el paso del tiempo y la falta de información, Chela y Emilio comenzaron a incluir la demanda de justicia al pedido de verdad. Entendían que sin justicia no sería posible un horizonte de democracia para la Argentina.
Leé las cartas acá.
*Foto: Leo Vaca