Desde el 18 de abril en adelante, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha constatado violaciones a los derechos de manifestantes y opositores políticos a través del uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos. La respuesta represiva también ha incluido medidas de censura contra la prensa, la denegación y obstaculización de asistencia médica a personas heridas y el apoyo estatal a grupos parapoliciales.
Protestar es un componente esencial de toda democracia que involucra derechos fundamentales como peticionar a las autoridades y expresarse en libertad. Reclamamos una vez más, junto con los mecanismos de protección y otras organizaciones, que el Estado nicaragüense deje de reprimir la protesta social y el disenso, investigue de forma urgente e imparcial los asesinatos y otros actos de violencia estatal y adopte medidas de reparación para las víctimas y sus familiares.
Es fundamental que puedan avanzar con libertad y profundidad el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) de la CIDH, que evalúa el cumplimiento de las recomendaciones y medidas cautelares otorgadas por la Comisión, así como el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Para más información se puede ver el sitio especial de la CIDH sobre Nicaragua y una carta conjunta que enviamos 12 organizaciones a los Estados de la OEA el 15 de junio.
Foto: Voice of America vía Wikimedia Commons