El próximo viernes 3 de agosto comenzarán los alegatos en el juicio oral contra seis agentes de la Prefectura Naval Argentina (PNA) acusados de detener ilegalmente y torturar a dos jóvenes en septiembre de 2016. Después de las últimas palabras de los acusados comenzarán los alegatos de La Garganta Poderosa y del CELS. Luego será el turno de la fiscalía.
Durante el juicio se pudo reconstruir lo ocurrido la noche del 24 de septiembre de 2016 en la que Iván Navarro vio cómo agentes de la Policía Federal Argentina (PFA) detenían a Ezequiel Villanueva Moya, de 15 años, en la villa 21-24 de Barracas, en la CABA. Iván se acercó para saber qué pasaba. De inmediato, los agentes de la PFA le pidieron su documento y lo requisaron. Minutos después llegaron al lugar varios móviles de la PNA con más de 20 prefectos.
Lo que siguió fue un ejemplo de las rutinas de hostigamiento, detenciones ilegales, golpes y, en algunos casos, torturas que los efectivos de la PNA vienen desplegando en la zona de Barracas en los últimos años. Los dos jóvenes fueron esposados y trasladados hacia un destacamento de la Prefectura, ubicado a pocas cuadras del lugar en el que fueron detenidos. Ezequiel fue llevado al interior de la garita: allí lo golpearon y amenazaron. Dentro de uno de los móviles, Iván también fue golpeado. Después de esta primera sesión de tortura, los dos jóvenes fueron trasladados a un descampado frente al Riachuelo. En ese lugar fueron nuevamente sometidos a torturas y humillaciones, y el robo de varias de sus pertenencias. Los golpes siguieron durante varios minutos hasta que comenzaron los simulacros de fusilamiento. Luego los dejaron ir.
El resultado de este juicio servirá para visibilizar una problemática que se repite con frecuencia en los barrios populares, donde las fuerzas federales parecen tener vía libre para sostener este tipo de prácticas.