La Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales representa un avance que aportará herramientas y nuevos horizontes para que en cada país puedan garantizarse los derechos de las campesinas y los campesinos.
Persisten sistemáticas violaciones a estos derechos en todo el mundo: despojos de la tierra, privatización del agua y las semillas, violencia y criminalización, discriminación de las mujeres y otras vulneraciones que las organizaciones del campo y el movimiento de derechos humanos han denunciado.
El texto final de la declaración surge de cinco borradores que se fueron modificando de acuerdo a los aportes y las observaciones de los Estados. En el proceso fueron escuchadas las organizaciones campesinas, de pastores, pescadores artesanales, trabajadores agrícolas, pueblos indígenas y organizaciones de derechos humanos.
En su 39° período de sesiones que concluye el 28 de septiembre, el Consejo de Derechos Humanos debe adoptar esta declaración y evitar toda propuesta a aplazar su discusión y adopción.
El CELS hizo un pronunciamiento en este sentido ante el Consejo, junto con la Vía Campesina y el Movimiento Nacional Campesino Indígena (se puede ver el video, capítulo 18). También nos sumamos a una carta de apoyo a la declaración firmada por grupos diversos de la sociedad civil argentina. Hemos acompañado este proceso desde 2012 en alianza con el MNCI, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), Vía Campesina y FIAN, entre otras organizaciones.
foto: MNCI