El domingo, al cierre de la segunda jornada del 33° Encuentro Nacional de Mujeres, Lesbianas, Trans y Travestis, cuando la marcha ya había terminado y se desconcentraba, la policía de Chubut reprimió con disparos de bala de goma.
Hubo dos focos de disturbios, sobre los que la policía intervino con violencia reprimiendo y deteniendo a personas sin vinculación clara con los incidentes, como sucedió en la marcha del 8 de marzo de 2017.
En total fueron diez las encuentreras detenidas en Trelew durante la desconcentración por policías de civil, tal como puede verse en distintos registros de prensa y en lo que declararon las detenidas en sede judicial durante la audiencia de control de detención. Al menos cuatro jóvenes fueron hospitalizadas -dos son comunicadoras de Manifiesta-. De ellas, una recibió ocho disparos de postas de goma directo al cuerpo, de frente y a corta distancia. Las detenidas fueron liberadas a las dos de la mañana, con causas abiertas por “atentado y resistencia a la autoridad y daños”.
Es la tercera vez que los gobiernos provinciales ordenan reprimir a las encuentreras. La primera vez fue en Mar del Plata, en 2015, cuando se vio una alianza entre la policía local y un grupo de choque de fundamentalistas religiosos, y la segunda, en Rosario, que terminó con al menos siete trabajadoras de prensa con heridas y sin avances en la investigación por la violencia institucional. En el encuentro en Chaco, en 2017, la noticia fue la no represión. Es decir, es después de la primera manifestación del movimiento Ni Una Menos, cuando crece la organización masiva por los derechos de las mujeres y colectivos LGBTIQ, que la respuesta estatal adquiere un perfil violento.
Las jóvenes realizaron dos denuncias por violencia institucional durante las detenciones en la fiscalía. La defensa pública pidió que se investigue la posible comisión de delitos de acción pública ya que, además, hubo irregularidades en el procedimiento.
*Foto: Solange Avena.