La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó en agosto de 2018 al Laboratorio Domínguez a producir y comercializar misoprostol en pastillas de 200mcg, para uso obstétrico y ginecológico. Sin embargo, en ese momento, restringió su uso al ámbito hospitalario.
El CELS, junto con Lesbianas y Feministas por la descriminalización del aborto y la Secretaría de Género de Nuevo Encuentro nos habíamos presentado en 2016 ante la ANMAT para exigir una revisión amplia de las condiciones fijadas hacía veinte años por el Estado para el acceso a esa medicación.
Cuando trascendió en noticias de prensa que se iba a aprobar la solicitud del Laboratorio Domínguez y con una restricción de uso exclusivo hospitalario, volvimos a presentarnos ante la ANMAT para solicitarle que revise las condiciones de venta, es decir que esté disponible en farmacias. El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales estableció que el Estado debe garantizar el acceso lo más libre posible a los medicamentos abortivos, sin barreras ni obstáculos administrativos ni económicos, porque de lo contrario incurriría en políticas discriminatorias.
Ahora la ANMAT dio un paso importantísimo para la salud sexual y reproductiva de las mujeres y gestantes al autorizar al Laboratorio Domínguez la venta del misoprostol en farmacias, disponible en cajas de 12 pastillas vaginales -la cantidad que se recomienda para un aborto seguro.
El misoprostol es una de las drogas que recomienda la Organización Mundial de la Salud, junto con la mifepristona, para los abortos seguros y se utiliza en la atención pos aborto, además de sus usos para parto y posparto en distintas dosis. Las dos medicinas integran la lista de medicamentos esenciales de la OMS y, como tales, deben cumplir con los requisitos de disponibilidad, accesibilidad y aceptabilidad.
A este importante avance, restan cuestiones para revisar como las condiciones de expendio del misoprostol y que se exija receta archivada. También está pendiente la aprobación de la mifepristona en la ANMAT y la producción pública de ambos medicamentos.