Los esfuerzos estatales para disminuir el tráfico y la oferta de drogas ilegales se discutieron del 22 al 25 de octubre en la CND, el organismo de la ONU que lidera el régimen internacional de control de las drogas. En la reunión de delegaciones estatales, en la que participaron también otras agencias de Naciones Unidas y organizaciones, el CELS expuso por video sobre el recrudecimiento de la violencia y otros problemas asociados con las respuestas militarizadas.
La “guerra contra las drogas” en América Latina no ha logrado reducir el tráfico de drogas y ha generado más violencia y violaciones a los derechos humanos. Es importante llevar este testimonio a la CND donde se discute la preparación de la reunión ministerial que se realizará en marzo de 2019. Ahí los países evaluarán la estrategia mundial frente a las drogas, expresada en el Plan de Acción acordado en 2009 para la siguiente década. Vencido el plazo, las Naciones Unidas deberán evaluar el cumplimiento de los objetivos y revisarlos, renovarlos o cambiarlos.
Muchos países no están dispuestos a reconocer el fracaso evidente de las políticas prohibicionistas y llaman a redoblar esfuerzos en la “lucha” contra las drogas. Pero lo cierto es que bajo este modelo no se ha logrado reducir el tráfico, ni el consumo, ni la aparición de nuevas sustancias sino que, por el contrario, todo eso ha aumentado en los últimos diez años. Organizaciones de la sociedad civil y organismos como la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) seguiremos insistiendo que se tienen que evaluar las políticas de drogas desde la perspectiva de derechos humanos, una visión tradicionalmente ausente en este régimen.
Más información sobre este tema se puede leer en el documento Balance de una década de políticas de drogas, elaborado por el Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas (IDPC) al cual pertenece el CELS.