Entre 2002 y 2014 la pobreza se redujo casi un 16% en América Latina. Sin embargo, en ese mismo período el fenómeno de la pobreza se feminizó en un 11% dentro de la población de 20 a 59 años. Lo dijo Magdalena Sepúlveda, miembro de la Comisión Independiente para la Reforma de la Tributación Corporativa Internacional (ICRICT), en el evento “Política fiscal y ajuste económico”, organizado por el CELS y el Center for Economic and Social Rights. Las medidas de ajuste tienen un impacto diferencial en la población femenina.
En su intervención explicó que los recortes de gasto público suelen afectar los bienes, servicios y las políticas de las que las mujeres son las principales beneficiarias. Además, la menor inversión en servicios públicos de cuidado como la salud o la primera infancia suele ser compensada por una mayor carga de trabajo no remunerado para las mujeres. También analizó los despidos en el sector público, que afectan de manera particular a esta población, sobrerepresentada en el ámbito laboral estatal.
Por estas razones, la expositora reafirmó la necesidad de que el movimiento de derechos humanos aborde los modelos de desarrollo, las medidas de política económica y en particular los procesos de ajuste, tomando en consideración el enfoque de género.