El 29 de abril comenzó el debate oral por los delitos de lesa humanidad cometidos en los cuatro espacios de detención y tortura que funcionaron en Campo de Mayo. Se trata de un juicio que incluye 169 tramos, entre ellos el que busca determinar quiénes fueron los responsables de las desapariciones de siete trabajadores de la empresa Mercedes Benz entre 1976 y 1978: Alberto Francisco Arenas, Juan José Mosquera, Héctor Aníbal Ratto (sobreviviente), Jorge Alberto Leichner Quilodran, Alberto Gigena, Diego Eustaquio Nuñez y Fernando Omar Del Contte. La causa Mercedes Benz, en la que el CELS es querellante, es la primera que se juzga en el juicio.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de San Martín comenzó a escuchar el 22 de mayo a los testigos del caso, dos ex empleados y dos familiares directos de los empleados secuestrados y desaparecidos.
Julio D´Alessandro, ex empleado, relató cómo los directivos de Mercedes Benz impedían de diversas maneras que los trabajadores se organizaran sindicalmente. Trabajó desde 1971 hasta 1975 y siguió en contacto con muchos de sus compañeros que continuaban trabajando, incluyendo a Diego Nuñez, hoy desaparecido. Las dificultades dentro de la empresa para reivindicar sus derechos laborales les impidió constituir formalmente la comisión interna que deseaban y que fue elegida por los compañeros. Muchos de ellos siguen desaparecidos. Explicó que la producción principal en esos años eran camiones que eran vendidos a distintos gobiernos de dictaduras lationamericanas y para el ejército argentino. También agregó que los directivos de la empresa bajo ningún concepto querían frenar o demorar la producción. Eduardo Estivil Navarro, otro ex empleado de Mercedes Benz por aquellos años, dio un testimonio similar.
Mira Arenas, hermana de Francisco Alberto Arenas y Silvia Graciela Núñez, hermana de Diego Eustaquio Núñez, declararon sobre las circunstancias del secuestro y la posterior desaparición de sus respectivos hermanos. Ambos trabajaban en la empresa cuando fueron secuestrados. Francisco y Diego eran amigos y participaban activamente en los reclamos gremiales internos.
Todos los testigos coincidieron en presentar un contexto de reclamos gremiales desoídos, impedimentos de conformar una comisión interna en disidencia al sindicato SMATA y la existencia de una lista con nombres de varios obreros que reclamaban mejoras. Si bien el tramo sobre Mercedes Benz está juzgando el rol de seis militares, el eje de la investigación que sigue en trámite analiza la posible responsabilidad civil sobre los secuestros y las desapariciones.
Los acusados son Santiago Omar Riveros, Eugenio Guañabens Perelló, Miguel Hugo Castagno Monge, Carlos Eduardo José Somoza, Carlos Francisco Villanova y Benito Ángel Rubén Omaecheverría.