Después del travesticidio de Diana Amancay Sacayán el 11 de octubre de 2015, el desconsuelo y el duelo se transformaron en una nueva acción política de las militancias trans en la Argentina. La fecha para la primera marcha contra los travesticidios y los transfemicidios recuperó la de la revuelta mítica en el bar Stonewall, que se transformó en movimiento social, el 28 de junio. No una marcha festiva, sino una protesta política para decir basta. Este viernes será la cuarta edición.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos manifestó en informes y comunicados lo que las organizaciones por los derechos de las personas trans vienen diciendo: las violencias por motivos de género, sumadas a la pobreza y la exclusión reducen la esperanza de vida de las travestis y mujeres trans a los 35 años promedio. Si bien en la Argentina no existen datos oficiales, un informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, en articulación con la Federación Argentina LGBT, señala que 67 personas murieron en el país en 2018, como consecuencia de crímenes de odio basados en la identidad sexual y falta de acceso a derechos básicos. La mayoría eran personas trans. En lo que va de 2019 registraron 37 casos.
Las condiciones de discriminación estructural y los obstáculos para acceder a derechos exigen respuestas estatales serias, a la altura del problema. Es urgente que se voten leyes de cupo laboral trans con políticas de trabajo digno; que las políticas migratorias consideren además los factores de violencias por motivos de odio que atraviesan la movilidad y la especial protección que demandan; que se reconozcan y se reparen las violencias estatales a las que la mayoría del colectivo travesti y trans están sometidas por las fuerzas de seguridad, instituciones médicas, de encierro, y otras áreas del Estado, la promoción de políticas inclusivas. En un contexto de ajuste económico en el país estas demandas cobran una centralidad adicional ya que las personas históricamente excluidas son aún más excluidas.
Desde el CELS marchamos y acompañamos a los colectivos en los reclamos: Basta de travesticidios y transfemicidios, cupo laboral trans ya, Ley de Reparación Histórica.