El miércoles 16 de octubre se realizó una inspección ocular en la planta de Avellaneda, de la fábrica Molinos Río de La Plata. Fue parte de las medidas de prueba pedidas en la causa que investiga la responsabilidad de empresarios de la firma por la desaparición de varios trabajadores de la empresa, en el marco del terrorismo de Estado. La mayoría de los trabajadores que permanecen desaparecidos sostenía reclamos contra la empresa por mejoras laborales. Además, formaba parte de una lista opositora dentro del Sindicato de Aceiteros.
La causa fue iniciada en 2013, por el impulso de las hijas e hijos de los trabajadores secuestrados. En 2014, el CELS se presentó como querellante y, en 2015 también lo hizo la Federación de Aceiteros de la República Argentina. Luego de una serie de declaraciones testimoniales de ex trabajadores este año, las distintas querellas solicitamos la inspección ocular, que fue dispuesta por el juez Ernesto Kreplak, con la presencia de ex trabajadores, familiares de los trabajadores desaparecidos, organismos de derechos humanos y representantes de Aceiteros.
La medida es un importante elemento probatorio en la causa para avanzar en la investigación de la responsabilidad del Grupo Bunge y Born en los hechos. Al mismo tiempo, es un acto de reparación para los ex trabajadores de la firma.
Leé sobre Molinos Río de la Plata, en el especial Empresas y dictadura.