La regulación del cannabis permite traer a la superficie uno de los mayores mercados ilegales del mundo y imponer controles estatales y regulaciones donde rigen los riesgos de la clandestinidad. Este cambio de paradigma podría generar beneficios mayores a la región en términos de Seguridad. El evento paralelo a las reuniones de las Naciones Unidas realizado en Viena analizó los caminos que transitan México, Colombia y Argentina en la materia.
Para explayar la situación local, Luciana Pol del CELS se refirió al Acuerdo por la regulación legal del cannabis, fruto del trabajo conjunto de más de 20 organizaciones y asociaciones civiles provenientes de los campos de los derechos humanos, de las ciencias sociales, de la seguridad pública, de la educación y de la salud mental. La investigadora recalcó la perspectiva de derechos humanos de la campaña de regulación argentina. Tal como está consignado en el capítulo “Guerra contra el narcotráfico, guerra contra los pobres” del Informe 2019 de derechos humanos del CELS, entre el 2011 y el 2018, cerca del 48% de las causas iniciadas en la justicia federal de la Argentina se atribuyó a la tenencia simple para consumo de drogas.
Ampliando el enfoque regional, Lisa Sánchez, directora de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), hizo hincapié sobre la dificultad de cumplir con las exigencias parlamentarias antes del 30 de abril, plazo dictado por la Corte Suprema. En cuanto a Colombia, la directora ejecutiva de Elementa, Adriana Muro, enfatizó que los esfuerzos para impulsar la regulación del cannabis están sofocados por otras tensiones sociales y políticas.
Por su parte, John Walsh, director de las políticas de drogas del Washington Office on Latin America (WOLA), subrayó que a la hora de contemplar la legalización de la marihuana, los ámbitos que requieren regulación son innumerables: el acceso, los precios, la promoción, la producción, las restricciones en la venta, las licencias, la prevención, los límites de posesión, los impuestos, entre otros. Uruguay (2013) y luego Canadá (2018) adoptaron la vía de la legalización y están bajo la lupa de organismos de varios países con proyectos de normativas en marcha.
En Argentina, el reciente cambio en el poder ejecutivo trajo una posición más favorable a la posible legalización del cannabis. Los desafíos se encuentran ahora en armonizar los ejes de trabajo entre los distintos ministerios y agencias de gobierno involucrados.