Federico Rey Ramírez estaba detenido en la unidad 23 del Servicio Penitenciario Bonaerense, en Florencio Varela. Murió como consecuencia de la represión llevada a cabo por agentes penitenciarios.
En este momento, la situación en las cárceles es extremadamente crítica. A la pandemia, que afecta a toda la sociedad de maneras desigualitarias, los lugares de encierro llegaron colapsados: la sobrepoblación significa que las personas privadas de la libertad no tienen camas para dormir, ni alimentación suficiente, ni atención médica. A esto, se agrega la persistencia de prácticas violentas, de discriminación y malos tratos a les detenides y a sus familiares. Las personas privadas de la libertad están al cuidado del Estado y necesitan de manera urgente una solución.
En el contexto actual, el camino de decidir caso por caso no lleva a mejorar las condiciones de detención del conjunto. Es indispensable que se implementen medidas generales para bajar el nivel de hacinamiento y sobrepoblación existente. El Poder Judicial, el Poder Legislativo, la Procuración General y el Poder Ejecutivo tienen en sus manos la posibilidad de actuar de manera conjunta, integral y rápida para lograr que las medidas de contención del COVID-19 sean efectivas y para garantizar la protección de la salud y la dignidad de todas las personas privadas de la libertad.