El viernes 22 de mayo fue hallado muerto Luis Espinoza, arrojado al fondo de un barranco catamarqueño. Había sido visto por última vez el viernes 15 , cuando él y su hermano fueron atacados por policías de Tucumán que, con la excusa de controlar la cuarentena, reprimían una reunión.
Los hermanos fueron detenidos y golpeados, según el testimonio del hermano de Luis. Los datos que se conocen hasta ahora indican que los policías asesinaron a Luis y desaparecieron su cuerpo, lo que constituye una de las más graves violaciones a los derechos humanos.
Hay nueve efectivos policiales detenidos y el gobierno de Tucumán relevó a los responsables de la comisaría. La investigación judicial debe precisar lo ocurrido. Un hecho de esta naturaleza reclama una revisión de las prácticas institucionales violentas en la policía de Tucumán.