En el marco de la 35º Reunión de Altas Autoridades en Derechos Humanos del Mercosur (RAADDHH), el CELS se pronunció ante representantes estatales y de la sociedad civil sobre el incremento de la presencia militar en espacios democráticos.
En la cumbre de ministros de derechos humanos en la que participaron Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, el CELS se pronunció sobre un tema central y ausente en la agenda: el incremento de la militarización y los riesgos democráticos en la región.
En el caso de Bolivia, denunciamos gestos de violación explícita de la separación de poderes por parte de las Fuerzas Armadas. Después de sus actos de intimidación en el Senado el 21 de mayo respecto de los ascensos en las fuerzas , los militares siguen amenazando con la auto aprobación de las nominaciones, violando las prerrogativas del Legislativo de ratificarlas. Cabe recordar que en noviembre del año pasado, luego de la renuncia forzada de Evo Morales, ocurrieron graves violaciones, incluyendo dos terribles masacres con participación militar cuyos responsables directos e indirectos continúan sin ser identificados.
Por otra parte destacamos el discurso negacionista de Brasil sobre la dictadura – que tiene su correlato en el negacionismo sobre la pandemia que provocó más de 30 mil muertes por el virus hasta la fecha. El presidente Bolsonaro participa semanalmente en actos contra el Supremo Tribunal Federal y el Congreso. Los militares integran de manera creciente el gobierno y la política; el Ministerio de Salud está hoy a cargo de un general, que nombró a otros nueve militares. Sumando gravedad a ese contexto, esta semana tanto el presidente como autoridades militares amenazaron con reprimir y criminalizar incipientes protestas en defensa de la democracia, a las que se ha definido como “terroristas”.
El Viceministro de Justicia y Derechos Fundamentales de Bolivia, Humberth Vargas, había declarado al inicio de reunión que se encontraban en plena vigencia el estado democrático de derecho y la separación de los poderes. A su vez, la Ministra brasileña de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves, lamentó encontrarse en la posición de “contar muertos”, omitiendo la responsabilidad estatal sobre esta situación y la escalada autoritaria del gobierno.
Tal como remarcamos en la 34a RAADDHH y en sesiones anteriores, los representantes de los Estados Partes y Asociados del Mercosur deben tomar una posición clara contra las amenazas democráticas, la militarización, los estados de excepción y las respuestas violentas contra la protesta social en la región. En el contexto de la pandemia, deben defender de manera inequívoca el derecho a la vida.