El 31 de enero se cumplirán 12 años de la desaparición de Luciano Arruga. La causa que debe investigar los hechos que rodearon su desaparición y, luego, la certeza de su muerte, todavía está en etapa de instrucción. Es decir que luego de tantos años, aún el Estado no brindó una respuesta de verdad y de justicia a sus familiares y amigues.
El 22 de septiembre de 2008, Luciano fue torturado en el destacamento de Lomas del Mirador. Por ese hecho fue condenado en 2015 a diez años de prisión el ex policía bonaerense Julio Torales.
Tres funcionarios judiciales tenían el deber de investigar la desaparición de Luciano y la responsabilidad de la policía bonaerense. Sin embargo, no lo hicieron. A fines de 2012 y principios de 2013 los denunciamos y pedimos su juicio político. Todavía hoy esas denuncias siguen sin estar resueltas por el Jurado de Enjuiciamiento de la provincia de Buenos Aires.
En agosto de 2019 concluyó el sumario. La familia de Luciano, con nuestro acompañamiento, fue la única que formuló una acusación. La Procuración General de la Suprema Corte de Justicia de la provincia y la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios decidieron no acusarlos.
Luego de que el jurado fijara una fianza excesiva que impedía que la familia y el CELS continuaran con la acusación, hicieron lugar al planteo realizado y reconocieron la afectación al derecho de acceso a la justicia. Sin embargo, el proceso implicó un año más de demora. Es hora de que el Jurado de Enjuiciamiento declare admisible la acusación que hicimos y realice la audiencia de juicio contra las fiscales Castelli y Cejas y el juez Banco.
A doce años de obstáculos y falta de respuestas, la familia de Luciano sigue buscando conocer la verdad y obtener justicia.