Patentes: la vida no es una mercancía

La lógica económica que se impuso sobre el derecho a la salud nos pone ante una nueva división global entre países inmunizados y no, debido al acceso desigual a vacunas y a la escasez que una liberación de patentes podría revertir.

Hoy les representantes de los Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se reúnen por segundo día para discutir la suspensión de los derechos de propiedad intelectual de productos para la prevención y el tratamiento del Covid-19. 

A pesar de las reiteradas recomendaciones de mecanismos internacionales de derechos humanos y de la misma OMS, un puñado de países ricos y de empresas sigue bloqueando la desconcentración de la producción. Suiza, Reino Unido, Japón, miembros de la Unión Europea repiten los argumentos de la industria farmacéutica y traban las negociaciones, mientras la pandemia hace estragos en los países pobres. 

Este fin de semana, la propiedad intelectual sobre productos farmacéuticos estará en la agenda de las potencias económicas mundiales en la Cumbre del G7 en el Reino Unido. 

Es urgente que reconozcan la prioridad de la salud de millones de personas sobre las ganancias de un acotado sector privado. Tal como recordó hoy un grupo de expertes de la ONU en una nota dirigida al G7, la extraordinaria velocidad con que se produjeron vacunas seguras y efectivas contra el COVID-19 no fue acompañada de acciones rápidas para garantizar equidad en el acceso a ellas en todos los países y regiones.

“Maximizar la producción de vacunas seguras debe prevalecer sobre las ganancias monetarias en una pandemia global”, dijeron. “Los Estados deben asegurar que la protección legal de la propiedad intelectual y de patentes no socave el derecho de todas las personas a tener acceso a una vacuna efectiva, segura, y oportuna”.

#LiberenLasPatentes