Luego de que esta semana Milagro Sala debiera ser internada de urgencia por un cuadro de trombosis en una de sus piernas, Amnistía Internacional, Andhes y CELS le solicitamos el 28 de junio a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que reitere la orden de protección dictada a favor de ella desde el año 2017. Aquella intervención efectiva permitió que Milagro cumpliera las medidas de detención en su casa, sin embargo, el escenario de persecución y hostigamiento de parte del poder ejecutivo provincial y de autoridades judiciales persistió con consecuencias significativas en su salud e integridad física y psíquica. Este nuevo episodio de salud de Milagro Sala vuelve a evidenciar el contexto de hostigamiento y persecución que sufre desde el año 2016.
Horas antes de su internación, sus abogades solicitaron que le realizaran estudios médicos. Sin embargo, desde el juzgado primero fueron reticentes a autorizarlos porque consideraron que podría tratarse de una maniobra dilatoria de la defensa en el marco de un proceso judicial. Esta grave decisión inicial desprotegió la vida de Milagro Sala, beneficiaria de las medidas provisionales ordenadas por la Corte IDH.
Ante la insistencia de les abogades defensores y del agravamiento del cuadro de salud, se verificó que tenía “trombosis venosa total de la vena femoral”.
Desde el momento de su internación, la policía local permaneció al lado de la cama de Milagro e ingresó al área de Terapia Coronaria, para registrar, preguntar e informar a otras autoridades lo que ella, sus médicos y familiares conversaban. Todo sin respeto alguno a su privacidad y los derechos del paciente.
Estos episodios sucedieron apenas una semana después de que el titular del Ministerio Público de la Acusación, Sergio Lello Sánchez le reclamara a las autoridades judiciales que Milagro Sala volviera a la cárcel, sin darle valor alguno al mandato de protección exigido por la Corte IDH al Estado argentino.
Como ya alertamos en varias oportunidades, en el marco del proceso judicial que lleva adelante el juez Carlos Cattan, se adoptaron medidas que afectan la integridad física y psíquica de Milagro Sala. Las acciones de persecución desmesuradas en contra de ella persisten, se acrecientan las declaraciones estigmatizantes y se mantiene un acecho general de altas autoridades provinciales.
Es inseparable el contexto de persecución, tanto en la esfera mediática como judicial, de su estado de salud en general y de su salud física y mental. Es imprescindible que la Corte IDH reitere el mandato de protección a favor de Milagro Sala y la vigencia plena de las medidas provisionales. Solicitamos también que informe y comunique todo esto al Estado nacional, para que a través de todos sus órganos se adopten las medidas urgentes y necesarias para asegurar la integridad de Milagro Sala.