En octubre de 2020, 1500 familias que habían tomado un terreno en Guernica fueron desalojadas. El operativo fue por demás desmedido: sin mediación ni aviso, 4 mil efectivos de la Bonaerense avanzaron armados e incendiaron todo a su paso.
Las familias habían tomado esa tierra en el momento de aislamiento más estricto, cuando la precariedad habitacional se había vuelto insostenible.
Eran inquilines que no podían pagar el alquiler; muches de elles, mujeres que escapaban de hogares violentos. A dos años del desalojo, siguen sin tener un lugar digno donde vivir.
La toma de Guernica impuso en la agenda pública la situación desesperada de millones de personas. Sin políticas que generen lotes accesibles, los sectores populares no tienen más opción que ocupar predios vacíos.
Las fotos utilizados en este video son de Juan Pablo Barrientos.