Este 6 de diciembre, el Tribunal Oral Federal 2 dará a conocer el veredicto en el caso conocido como Vialidad que involucra a la vicepresidenta de la Nación y principal dirigenta de una de las fuerzas políticas mayoritarias de nuestro país.
Como es sabido, este no es el único proceso judicial que ha buscado castigar penalmente decisiones tomadas durante alguno de sus gobiernos. En este caso, se juzgan presuntos delitos de corrupción, en los que la participación directa de CFK no ha podido ser demostrada como se debe en un juicio penal. Además, se pidió la condena por asociación ilícita, una figura jurídica controvertida que tiene requisitos específicos exigidos por la Corte Suprema y que en este caso no fueron probados por el ministerio público fiscal.
Este fue un juicio denunciado por haber involucrado violaciones al debido proceso e irregularidades. Una condena contra la vicepresidenta ahora, pocos meses antes de que comience la campaña electoral, no puede ser leída de otra manera que como el triunfo de quienes buscan condicionar el ejercicio de sus derechos políticos. Si esto sucede, empeorará la ya deteriorada palabra del poder judicial y sus funcionarios contribuirán a la degradación de la democracia en nuestro país.
Foto: Agencia Télam