En la tercera audiencia del juicio por jurados declararon Horacio Cagliero, papá de Diego; Emmanuel Albelo, uno de los jóvenes que viajaba en la camioneta, y cuatro oficiales del Comando de Patrullas de Tres de Febrero que fueron parte del operativo del 19 de mayo de 2019 en el que fue asesinado Diego y herido de gravedad Mauro Tedesco. Las contradicciones en los testimonios de dos de los policías fueron lo más destacado de la jornada.
El primero de los policías en declarar fue el oficial Walter Martínez. Contó que estaba cargando nafta a su móvil cuando dos personas en un auto le dijeron que había habido “un ilícito” en el supermercado Día. Hacia allí fue junto con su compañero de patrulla Juan Pablo Lobaiza, para ver las imágenes de las cámaras. Siempre según su relato, pasaron el aviso al 911 y salieron a buscar “una camioneta blanca con un logo de AySA”. La encontraron en el semáforo de avenida Márquez y Ezeiza. “Intento frenarla, me bajo, pero la camioneta sigue de largo. Cuando me estoy subiendo nuevamente al móvil, escucho disparos, 4 o 5”. Martínez dijo que vio a dos personas en la camioneta y que no vio armas. También que bajó con su arma en la mano pero no la utilizó: “No tenía necesidad de usar el arma, no estaba en peligro”, indicó.
El siguiente en entrar a la sala del Tribunal de San Martín fue Lobaiza, el policía que viajaba como acompañante en el móvil que manejaba Martínez. Su testimonio fue cambiando a medida que avanzó su declaración. Primero dijo que cruzó con el móvil a la camioneta en la que viajaban los jóvenes, que estaba parada en un semáforo, que se bajó con la escopeta de postas de goma y les dio la orden de que se bajaran. “Pero no bajaron. Y me tuve que correr porque si no me pisaban”, dijo y aseguró que en ese momento la camioneta blanca chocó a su móvil y poco después escuchó “4 o 5 disparos”. Lobaiza señaló que al tener de frente a la camioneta no vio armas y que no usó la suya porque “no había motivo para disparar. Si me disparan, esa es otra situación”.
Al momento de las preguntas de la querella, la abogada del CELS, Agustina Lloret, le mostró a Lobaiza un video de cámaras de seguridad que muestran cuando la camioneta donde iban los jóvenes es interceptada por los móviles policiales. Tras ver las imágenes, el oficial cambió su versión: dijo que la traffic blanca en realidad no lo chocó.
La tercera en declarar fue Rosa Sofía Herrera, quien también era parte de la Patrulla de Tres de Febrero. Al igual que los dos oficiales que declararon antes, Herrera relató que llegó al lugar cuando la camioneta estaba en el semáforo, se bajó del móvil en el que iba como acompañante de Martín Juárez, pero al ver que la camioneta arrancaba, dieron la vuelta y llegaron cuando ya estaba frenada y con los jóvenes abajo. “Escuché varios disparos, 10 más o menos”, señaló. Al ver que había un herido, “con sangre en la espalda”, Herrera llamó a la ambulancia y luego, explicó, se dedicó a “tomar datos de las personas reducidas y sacar fotos de sus pertenencias”. Dijo que sacó fotos del interior de la camioneta y que se veía el fallecido. Cuando la fiscal le preguntó si había subido a la traffic, la oficial dijo que no.
os abogados de la querella, Fernando Sicilia e Iván Koffman pidieron que se le mostrara a Herrera las imágenes de las cámaras de seguridad después de que la camioneta es baleada. Antes, le volvieron a preguntar si subió a la traffic a sacar fotos. Herrera volvió a decir que no. También le leyeron parte de su declaración en sede fiscal. “Ahí subí a sacar la foto del masculino y bajé porque no se podía tocar nada ya que tenía que venir Científica, no fui la primera en subir, no sé quién más subió”. Las imágenes muestran al menos a cuatro policías subir y bajar de la parte de atrás de la camioneta.
El testimonió del padre de Diego
El primero en brindar testimonio en esta tercera audiencia había sido Horacio Cagliero, quien relató cómo se enteró de la muerte de su hijo la misma tarde en que lo había acompañado al entierro de su amigo Pablo. “En el cementerio, le digo a Diego si venía con nosotros en el auto, pero me dice que se va a comer con los amigos. Así que yo me voy a lo de mi hermana. A las cinco me llama un amigo de Diego y me dice que está en Eufrasio Álvarez (comisaría de Tres de Febrero), que vaya. Y no sé por qué, pero le digo a mi pareja: ‘Mataron a Diego’, lo sentí”. Después del llamado, Horacio fue directo a la comisaría. “Cuando llego había un camión de la policía subido a la vereda. La camioneta no estaba. Me presento y una policía me dice: ‘se mandaron una cagada’, no sé a qué se refería”.
Ante el jurado, Horacio también recordó a su hijo, quien tenía 30 años cuando lo mató la policía. “Era músico y como para todos los padres, Diego para mi era el mejor. Vivía en mi casa, con su novia, iba a ser papá, su hijo nació 4 meses después. Yo era su mejor amigo, como decía él. Terminamos la secundaria juntos. Yo lo desafié a terminarla conmigo y así fue, salimos siendo primer y segundo promedio”. Antes de finalizar y abrazarse con sus hijas que lo escuchaban en la sala de audiencias, Horacio recordó: “Me acuerdo que el día del velorio de Pablo yo pensé ‘qué dolor el de estos padres’… y a los dos días yo estaba velando a mi hijo en la misma sala”.
Después del cuarto intermedio del mediodía, la audiencia se reanudó con el testimonio de Victoria Rojas, quien al momento de los hechos era oficial del Comando de Patrullas de Tres de Febrero y en particular, el 19 de mayo de 2019, iba como compañera de patrulla del imputado Sergio Montenegro.
En su declaración, Rojas contó que ella en todo momento se quedó dentro del patrullero mientras su compañero se bajaba para interceptar la camioneta en la que iban las víctimas y que no participó de los disparos. Además dijo: “Nunca vi a nadie con arma de fuego, yo no vi nada de eso”.
Por último declaró Emmanuel Albelo, una de las víctimas que viajaba en la camioneta y que no recibió disparos por milagro. Emmanuel, que está siendo representado por el CELS en este debate, contó qué pasó durante aquel 19 de mayo después de que despidieran Pablo, ese amigo de todos los que viajaban en la camioneta, que había muerto días antes por un problema respiratorio.
Más allá de que la defensa de uno de los policías imputados intentó frenar la declaración del testigo cuando se hizo cargo de haberse metido entre la ropa una botella de licor en el supermercado, Emmanuel pudo contar que luego de las discusión con los empleados del Día%, siguieron los ocho en la camioneta tipo furgón, que iban tranquilos, que no estaban perseguidos porque para ellos todo se había terminado cuando devolvieron las cosas, hasta que vio que un patrullero intentó encerrarlos y empezaron los disparos.
Emmanuel contó que se tiró al piso y que se quedó “petrificado” por miedo a que le dispararan. Entonces escuchó los gritos de Mauro Tedesco y también pudo ver a Diego Cagliero “con los ojos en blanco como desmayado”.
“Le prometí a Diego que iba a hacer todo para que se hiciera justicia”, dijo Emmanuel en el cierre de su declaración frente al jurado popular que escuchó atentamente su relato.
Foto: Juan Cicale