Nos sorprende la cantidad de mujeres detenidas por la policía de Gerardo Morales. Desde las primeras detenciones en las protestas jujeñas contra la reforma de la Constitución votada a toda velocidad por la legislatura de Jujuy es llamativa la cantidad de mujeres que terminan en comisarías y en Alto Comedero. En las detenciones del sábado 17, las últimas en ser liberadas fueron 8 mujeres indígenas. Hoy, 20 de junio, de 33 personas detenidas, 23 son mujeres. Se supone que detuvieron a quienes ingresaron a la Legislatura y aunque en las grabaciones solo se ven varones, las mujeres los superan en la representación dentro de los patrulleros. Se las acusa de resistencia a la autoridad, daños y lesiones, tres acusaciones que, juntas, puede terminar en encarcelamiento.
Las protestas en la provincia de Jujuy solo se incrementan desde hace semanas, cuando el inicio del proceso de reforma parcial de la Constitución comenzó sin la debida participación social ni la búsqueda de consensos. Lo que sí hubo es la sospecha generalizada de que traía avances contra los derechos de las mayorías populares, a favor del extractivismo y el despojo. En simultáneo, los reclamos salariales de docentes y personal de Salud no sólo no fueron escuchados, sino que el gobernador Morales contestó con un decreto provincial contra la organización social, el derecho a manifestarse y reclamar ante las autoridades. En ese contexto de no diálogo avanzó a paso acelerado la reforma constitucional. Las comunidades indígenas, ante la negación a su participación en el debate, activó el Tercer Malón de la Paz. Las organizaciones sindicales se sumaron a las protestas.
Leemos las detenciones en la clave de violencia política, tal como la describe la Ley 26485 de Protección Integral a las Mujeres. Es un tipo de violencia que tiene como objetivo “menoscabar o anular el reconocimiento, goce y/o ejercicio de sus derechos políticos tanto en el ámbito privado como en el ámbito público” y puede ocurrir en cualquier espacio de la vida pública y política. Y también es una violencia racista.
Entendemos que Gerardo Morales justificó la reforma de la Constitución, entre otras cosas, alegando que era moderna por tener paridad de género. También entendemos que hacer referencia a la paridad es un uso instrumental de nuestras luchas, más cuando vemos semejante desproporcionalidad en las detenciones.
La represión tiene que terminar ahora. No es orden, es autoritarismo. Quienes protestan no pueden ser criminalizados ni criminalizadas. Las personas que protestan en Jujuy están del lado de la ley y la democracia. Piden participación. Piden que se respete la Constitución Nacional. Piden mejores condiciones de vida y piden que no se restrinjan sus derechos.
Adhieren:
AMMAR
Asociación Lola Mora
Colectivo Ni Una Menos
Colectivo YoNoFui
CELS
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LatFem – Periodismo Feminista
La Colectiva. Corriente Política y social
La Revolución de las viejas
Mala Junta – Frente Patria Grande
Movimiento Evita – Mujeres Evita / Diversidad Evita
Mujeres x Mujeres
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Foto: Revista Cítrica