En todo el mundo, durante los últimos años se multiplicaron las manifestaciones sociales para denunciar desigualdades y exigir cambios en las políticas públicas. Al mismo tiempo, aumentó la represión estatal a las protestas con armas “menos letales”. Diseñadas para infligir dolor a las personas, el uso de este tipo de armas en contextos de protesta aumenta la tensión y crea un pánico que puede provocar traumas psicológicos duraderos, heridas graves, discapacidades e incluso la muerte.
En 2016, la Red internacional de organizaciones de libertades civiles (INCLO) -de la que el CELS es parte- y Physicians for Human Rights (PHR) publicamos el informe Letalidad Encubierta para documentar las consecuencias del uso de estas armas en la salud y elaborar recomendaciones sobre un uso seguro y responsable.
Pero desde entonces, la naturaleza, la escala y la documentación de las protestas y de las armas utilizadas por los Estados han cambiado notablemente. La actuación policial muestra tendencias inquietantes a nivel mundial, como el creciente autoritarismo, la militarización de las fuerzas de seguridad, el uso no regulado y precipitado de armas contra personas pacíficas y desarmadas, la escasa transparencia sobre cuándo, cómo y por qué se utilizan las armas menos letales, y la ausencia de mecanismos serios de rendición de cuentas.
Como consecuencia, miles de personas en todo el mundo han resultado gravemente heridas o asesinadas por estas armas. Asimismo, esta violencia tiene un efecto disuasorio sobre el ejercicio del derecho a protestar de millones de personas más.
Para comprender este impacto, publicamos Letalidad Encubierta 2, un informe con estudios de casos e información sobre las características y los riesgos de algunas de las armas que están utilizando las fuerzas de seguridad en todo el mundo para responder violentamente a las manifestaciones sociales. Esta versión actualizada analiza también el uso de dispositivos como drones, armas de descarga eléctrica, rayos térmicos y láseres cegadores, con el fin de comprender los mecanismos, despliegue y efectos potenciales de las nuevas tecnologías.
La Red INCLO y PHR llevan casi una década documentando rigurosamente el impacto de las armas menos letales sobre la salud y la libertad de expresión y reunión. En este nuevo informe también participó Omega Research Foundation, experta en la investigación sobre la fabricación, el comercio y el uso de estas armas.