El aumento del precio de los alimentos, la suspensión de los programas sociales, la eliminación de políticas públicas que inciden en la organización del cuidado, el aumento del desempleo y de la pobreza agravan la sostenibilidad de la vida. Las medidas del actual gobierno nacional afectan derechos básicos de toda la población, pero con mayor virulencia la vida de las mujeres, las diversidades y las infancias de los barrios populares.
Frente a estos retrocesos, es necesario y urgente la articulación entre distintos sectores. Por eso, más de treinta personas representantes de organizaciones sociales, iglesias, sindicatos, académicas e investigadoras, organizaciones de derechos humanos, funcionarias estatales y legisladoras nos reunimos el 25 de marzo para conformar un espacio transversal. La cocina de los cuidados es una mesa intersectorial destinada a monitorear las medidas del gobierno y su impacto en las políticas de cuidado, y a desarrollar acciones políticas y jurídicas de manera conjunta. La Cocina estará coordinada por Virginia Franganillo, una de las redactoras del proyecto de ley Cuidar en Igualdad, con un largo recorrido al frente de políticas públicas.
Durante el primer encuentro, la economista Lucía Cirmi presentó el “Monitor”, una plataforma de seguimiento de las principales políticas que afectan el objetivo de ir hacia una organización social de los cuidados.
De 43 políticas de cuidado analizadas, 21 políticas ya fueron desarmadas (por derogación o completa subejecución), 15 políticas están en estado de alerta por inacción o falta de información y sólo 7 políticas se mantienen vigentes.
Entre esas políticas en retroceso están la falta de envío de alimentos a comedores, la caída del 74% del Plan Mil Días, que garantiza el cuidado de la salud de mujeres embarazadas y de sus hijos o hijas hasta los 3 años; el alcance de la Tarjeta Alimentar, que aunque está vigente, no alcanza a cubrir las necesidades alimentarias de quienes la necesitan. Entre las políticas de infraestructura de cuidado, las políticas que ampliaban la infraestructura infantil tienen ejecución cero. Para las personas mayores, las residencias de larga estadía nacionales corren riesgo de ser recortadas a la mitad (de 8 a 4) y no ha habido noticias de la continuidad del Programa Casa Activa.
Las trabajadoras de casas particulares, aunque lograron un aumento, ya no cuentan con el programa Registradas ni con una multa que castigue a empleadores que no formalizan. El Potenciar Cuidados, del que eran parte 143.000 cuidadoras comunitarias también está en desarme.
La subvaloración del trabajo de cuidado se traduce en menos valoración social de la tarea y más pobreza e informalidad, características ya presentes entre quienes trabajan en el sector.Las tareas reproductivas, de cuidado, forman parte de la sostenibilidad económica. Son tareas centrales para la sociedad, pero siguen sin el debido reconocimiento y están en claro retroceso. Sobre eso trabaja esta mesa. La “Cocina” quedó en funcionamiento.
Del primer encuentro de la mesa participaron entre otras personas el Padre Francisco “Paco” Olveira, de la Fundación Isla Maciel; Daniel Sánchez del Centro Angelelli, César Perri y Elisa Pineda presidenta de FOC, Ana Gamara, Florencia Marti y Nelly Quispe de la FOL, Norma Morales de Barrios de Pie y Dina Sánchez de la UTEP, Gladys Gómez, del Frente Popular Darío Santillán, Norma Sanchís de la Asociación Lola Mora, Emilia Trabuco de la Secretaría de Géneros de la CTA, Adriana Vaghi de CICSA; Patricia Redondo, directora provincial de Educación Inicial bonaerense, Mónica Roqué del Instituto de Personas Mayores en el Instituto Patria; Mercedes Contreras, directora de Infraestructura Social en el Ministerio de Infraestructura bonaerense; Cristian Silva, ex director del Mapa federal del Cuidado; Carolina Buceta de REDI, Julieta Campana y Florencia Cascardo del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas, Gabriela Bauer, médica pediatra, María José Rodríguez, Edurne Cárdenas e integrantes del CELS.