El artículo 226 del proyecto de Ley Bases que el Gobierno nacional envió al Congreso pretende derogar la Ley 27.705, Plan de Pagos de Deuda Previsional, conocida como moratoria. El sistema apuntaba a quienes no habían podido cumplir con los 30 años de aportes requeridos por la ley y fue la vía que usaron 800 mil personas para acceder a la jubilación.
La moratoria posibilitó, por ejemplo, que trabajadoras y trabajadores informalizados o quienes hacen trabajos no remunerados, como las amas de casa, pudieran plegarse al régimen y tener una modalidad de pago en cuotas para completar los años que les faltaba para jubilarse.
En Argentina más de un millón de mujeres son trabajadoras de casas particulares. De ellas, solo al 25% le hacen aportes jubilatorios. El resto no están registradas. La mayoría de esas mujeres trabajan fuera y dentro de sus casas y solo a través de una moratoria pueden acceder a una jubilación. Las tareas de cuidados no remuneradas y el trabajo doméstico representan entre el 20 y el 22% de lo que produce el país (PBI); sin embargo, no son reconocidas formalmente.
A octubre de 2023, 350 mil personas iniciaron su trámite de jubilación, en su mayoría mujeres. De ellas, más del 90% acreditó años por tareas de cuidado, lo que muestra que se trata de una herramienta clave en términos de igualdad de género. Los cuidados aportan a la sostenibilidad de la vida de todos los sectores sociales y muchos se benefician al contratar servicios de cuidados para sostener sus propios ingresos.
Si se elimina la moratoria previsional, quienes no cumplan con los requisitos para jubilarse solo van a acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que es un 80% del monto de una jubilación mínima, que ya está por debajo de la canasta básica alimentaria. Además, para acceder al PUAM, las mujeres que tienen 60 años deberán esperar cinco años más hasta cumplir 65. En esa situación hay casi 250 mil mujeres.
La moratoria y el reconocimiento previsional son políticas integrales que reconocen la situación laboral real en la Argentina, donde al menos el 30% de quienes trabajan lo hacen sin contribuir al sistema previsional. En la práctica, terminar con esta política tiene consecuencias gravísimas para las mujeres, sobrerrepresentadas en los sectores de bajos ingresos y en la economía informal.
El 90% de las mujeres realizan trabajo doméstico no remunerado, mientras sólo el 69% de los hombres lo hace y por menos horas al día. Esto explica porque el 75% de las personas que se jubilaron con la moratoria son mujeres. Continuar con ella es reconocer el valor y el trabajo de esas mujeres.