La pobreza y la injusticia social están asociadas directa o indirectamente con el deterioro ecológico a escala planetaria y son el resultado de procesos históricos de exclusión económica, política, social y cultural.
La sustentabilidad solamente es posible en tanto haya justicia social y ambiental. Sin equidad en la distribución de los bienes y servicios ambientales no es posible construir sociedades ecológicamente sustentables y socialmente justas.
En este capítulo se ofrece un diagnóstico sobre los resultados ambientales de la intensificación agrícola y la sobreexplotación exportadora y se denuncia la destrucción del capital ambiental en el país. Además, se da cuenta de las articulaciones sociales que ha gestado la defensa de los bosques, su biodiversidad y sus identidades culturales y productivas.