En este artículo se analiza el efecto negativo de las políticas públicas vinculadas con la llamada “guerra contra las drogas”. En este sentido, se reseña el funcionamiento de los seis pilares fundamentales de dichas políticas: la erradicación de cultivos ilícitos, la militarización del combate antidrogas, la criminalización de todos los eslabones de la cadena interna del negocio, la extradición de nacionales (particularmente, hacia Estados Unidos) y la oposición oficial a abrir el debate sobre paradigmas alternativos a la prohibición.
Se afirma que la actual cruzada antidrogas resulta inefectiva, ya que no contribuye ni a la erradicación del problema del narcotráfico, ni a la resolución de los problemas estructurales que permiten que dicho negocio florezca, prospere y se extienda en la región. Por lo tanto, se propone que el tema debe ser abordado desde el ángulo de la seguridad humana (es decir, de la protección y la defensa de los ciudadanos), y no desde el de la seguridad nacional.