El recuerdo de la guerra de Malvinas, marca del pasado reciente, se superpone con la causa nacional de la recuperación de las islas, de más larga data y construcción. Esta superposición hace que muchos compatriotas interpreten las miradas críticas sobre lo acontecido en 1982 como un ataque a “la causa”. Esta interpretación es a veces intencional, especialmente por parte de actores de las Fuerzas Armadas que utilizan el conflicto como escudo ante las críticas de sectores sociales cada vez más amplios.
Este capítulo analiza la vigencia de posturas que buscan sacralizar la guerra y abstraerla de su contexto, y plantea el peligro de discursos que instalan la idea de que cualquier revisión sobre Malvinas es antinacional. En este sentido, plantea la importancia de realizar una operación de reconstrucción histórica que permita honrar la memoria de aquellos a quienes la comunidad debe reconocer su sacrificio y entrega. El autor considera que esta discusión histórica sobre el desarrollo de la guerra y las responsabilidades involucradas fortalecería las políticas estatales en relación con Malvinas.