El primer impacto que las políticas de seguridad sufrieron como resultado de los atentados del 11 de septiembre fue su misma ubicación en el primer plano de los debates y la atención pública. El terror generado por el ataque al corazón de Manhattan fue un caldo de cultivo para reacciones desesperadas y autoritarias. Ante los ojos de las élites más conservadoras de varios países latinoamericanos, los derechos humanos son un “lujo” para países avanzados, que no tienen que convivir con la violencia desmedida del tercer mundo y, por tanto, son inaplicables fuera del primer mundo. De la misma forma, el derecho internacional humanitario y los propios derechos humanos también corren el riesgo de ser considerados un lujo inaceptable para los países que se sienten atacados por un enemigo implacable.
Derechos Humanos en la Argentina Informe 2002. Hechos 2001
17. Dossier III. Las políticas de seguridad y los derechos humanos después del 11 de septiembre
por Ignacio Cano