El modelo de la prisión-depósito es el de la prisión como contenedora de bienes humanos cuyo objetivo es la legitimación de su propia existencia y que busca la retribución del daño generado por el delito a través de la producción intencionada de dolor sobre el preso y la incapacitación o neutralización del detenido. El eje de este capítulo son las violaciones de derechos humanos intramuros bajo ese paradigma y las posibles líneas de acción para transformar ese modo de intervención del Estado.
En un principio se analizan algunas de las manifestaciones más claras de violaciones de derechos de las personas privadas de libertad en el país. Luego se presenta un análisis más detallado de la situación en el Servicio Penitenciario Bonaerense, el Servicio Penitenciario Federal y las instituciones que alojan personas por cuestiones psicosociales.