Este capítulo analiza la ampliación del programa de las asignaciones familiares al sector informal y a los desempleados, implementada en el 2009, y da cuenta de las discusiones previas, las respuestas que han protagonizado la agenda de las políticas sociales en los últimos años, los planteos centrales del gobierno y la inserción del tema en la agenda del Congreso.
Se resalta el impacto positivo que esta medida puede tener en la reducción de la pobreza, aunque se aclara que no es posible aún realizar evaluaciones precisas sobre sus resultados debido a lo reciente de su puesta en marcha. No obstante, se aportan algunos comentarios iniciales sobre su diseño y reglamentación, para contribuir al debate ya al perfeccionamiento de la política.
Además se repasan las respuestas gubernamentales frente a la pobreza, previas a la adopción de esta medida, las cuales en general fueron políticas sociales orientadas, por un lado, a los trabajadores asalariados formales y, por el otro, a los sectores no integrados al mercado laboral formal, lo que profundizó la brecha entre ambos grupos.
Se incluye un anexo que analiza los proyectos de ley presentados en el Congreso en los últimos dos años en relación con la pobreza. Sobre estos últimos se analizan los siguientes aspectos: si proponen crear un sistema nuevo o ampliar el sistema actual de asignaciones familiares, quiénes son los receptores, el monto y tipo de prestación, cuáles las condicionalidades y consecuencias su incumplimiento, y algunas cuestiones relacionadas con el financiamiento.