La Argentina en 1997 exhibía serios problemas en materia de derechos humanos de los inmigrantes, tanto en lo que se refería a la política inmigratoria como al marco legal. También se observaron actitudes discriminatorias de carácter xenófobo y a veces racista, por parte de funcionarios del Estado -tanto civiles como de las fuerzas de seguridad- que se sentían amparados por dichas normas y políticas. Estas actitudes se ponían de manifiesto en la aplicación de medidas restrictivas y represivas, de carácter discrecional -violatorias de derechos fundamentales-, así como a nivel discursivo.
Dada la importancia histórica que la inmigración reviste en nuestra sociedad, la situación legislativa y las políticas inmigratorias de la época, el horizonte espacial, social y económico abierti con el Mercosur y la importancia de las migraciones en el mundo contemporáneo, incluimos un capítulo especial sobre esta problemática.
Garantizar los derechos humanos de todos los inmigrantes constituye un compromiso ineludible, parte del proyecto de democratización política y social de nuestra sociedad. Un marco jurídico y, en general, una política inmigratoria no discriminatoria y de inserción en América Latina, constituyen sin duda un instrumento importante para lograr este objetivo.