Con la recuperación económica de las industrias de medios y comunicación, se aceleraron los procesos de concentración de la propiedad y de centralización geográfica. Este fenómeno produce la reducción de propietarios, la contracción de voces y, consecuentemente, una disminución de la diversidad en los medios.
Ante este panorama, este artículo reflexiona sobre el contexto de desarrollo de las industrias de información, comunicación y cultura en el país.
Da cuenta de los procesos de concentración que se están llevando a cabo en Argentina y señala algunas deudas del Estado, como la sanción de una ley audiovisual democrática. Asimismo, reflexiona sobre las denuncias realizadas durante 2006 al Poder ejecutivo por discrecionalidad en la asignación de recursos a algunos medios.
Finalmente, afirma la importancia de empezar a hablar de estas cuestiones y de incluir en la discusión una distinción necesaria entre “libertad de prensa” y “libertad de expresión o de comunicación”. Explica, en este sentido, que la libertad de prensa es una condición necesaria pero no suficiente para la materialización del derecho a la información.