La reforma constitucional que tuvo lugar en Argentina en el mes de agosto de 1994 fue producto de un pacto entre los líderes de los dos principales partidos políticos a nivel nocional. Acuerdo por el cual se determinaron los lineamientos básicos de la reforma: la oposición no pondría obstáculos a las modificaciones que posibilitaron la reelección del presidente de la Nación, obteniendo a cambio la introducción o reforma de algunas instituciones que permitieran ampliar el espacio de participación de las principales fuerzas opositaras en los mecanismos de gobierno y contralor, y/o atenuaran el poder del presidente de la Nación.
Por el modo de accionar de una Convención Constituyente cuyo fundamental objetivo había sido destrabar la reelección presidencial, el resto de las modificaciones sólo quedaron delineadas en términos amplios y genéricos, cuando no sólo nominales, dejando sin definir una importante cantidad de cuestiones relativas a las modificaciones introducidas, difiriendo la reglamentación de las mismas a leyes del Congreso. Para la aprobación de estas leyes, conocidas con el nombre de “Leyes Constitucionales” por definir el sentido y alcance de algunas instituciones de la Constitución Nacional, los mismos constituyentes establecieron, en algunos casos, plazos y mayorías especiales.
En este capítulo analizaremos brevemente el estado de las reformas introducidas.