El 3 de marzo de 1995, un día después de que se hicieron públicas las confesiones del ex Capitán Adolfo Scilingo, los distintos sectores de lo sociedad argentina reaccionaron de formas diversas. Aquellas que más fuertemente se manifestaron fueron el movimiento de derechos humanos y un determinado sector de la prensa. El Poder Judicial, una de las instituciones que se mantenía silenciosa, poco a poco pasó a jugar un papel central en el debate en torno a la historia reciente argentina y las formas del terrorismo de Estado. La intervención del aparato judicial estuvo íntimamente vinculada al activismo del movimiento por los derechos humanos que, una vez más, fue a golpear la puerta de los tribunales.
En este capitulo nos centraremos en esta intervención en la lucha por la verdad. Identificaremos, en primer lugar, las distintas razones y formas que moldearon la actuación de los tribunales y, en particular, detallaremos las distintas actividades realizadas por el CELS en este sentido. Posteriormente enunciaremos los contornos de la labor de la Justicia en este terreno, e intentaremos concluir nuestro análisis con una lectura política de la actuación del Poder Judicial.