Durante el año 2000 se produjeron fuertes modificaciones en el escenario político en el que se desarrollaba el tratamiento de las violaciones a los derechos humanos de la última dictadura militar. El primer aspecto en el que se manifestó ese cambio fue a través de una ofensiva de los militares frente a la revisión del pasado y en la anuencia de las nuevas autoridades en el gobierno nacional. Algunos ejemplos: la reivindicación del terrorismo de Estado por parte de militares retirados y la expulsión del general Balza del Círculo Militar en virtud de su posición crítica; las demandas que intentaron hacer valer para el ámbito militar el derecho a la verdad y la reparación económica dispuesta para las víctimas del aparato del Estado. Este capítulo aborda algunos hechos que resultan particularmente graves por sus implicancias.
Por otra parte, el Equipo Salud Mental del CELS fue convocado por la CIDH para dar cuenta como expertos, del daño psíquico que se produjo en los familiares directos de las víctimas del terrorismo de Estado, en el marco de un juicio al Estado de Guatemala.